Cuando paseamos por antiguas explotaciones mineras a cielo abierto o recorremos las numerosas escombreras que abundan por todo el territorio berciano podemos ver por todas partes gran cantidad de restos´inidentificables en su mayoría. Gran parte de ellos pertenecen a un periodo geológico muy conocido en El Bierzo: el CARBONÍFERO.
Cuando nos referimos a este largo periodo geológico húmedo, cálido y con alto contenido en oxígeno, nos estamos trasladando a un tiempo de hace unos 315 millones de años (Estefaniense). Los restos que podemos contemplar son en su mayoría de plantas que vivieron en dicho periodo. En esta ocasión vamos a tratar algo que ocurre muy frecuentemente cuando un profano recorre estos lugares y encuentra estructuras como las que muestro a continuación:
En este caso parece una sección de tronco o rama, procedente de Mina Amalia:
En este caso parece una impresión de cicatrices foliares de cielo abierto de Carrasconte:
En este caso parece una gran semilla o estructura reproductiva que las contiene (Mina Casilda, Alto Bierzo):
En este otro caso se interpreta con suelo con grietas de desecación que contiene semillas en germinación, que muestran sus raicillas (Gran Corta de Fabero):
Aquí vemos otra de esas estructuras similares (Gran Corta de Fabero):
Pero a veces estas estructuras son muy alargadas, incluso estratificadas (Gran Corta de Fabero):
A veces formas redondeadas y teñidas por óxidos de hierro recuerdan a semillas esparcidas por los suelos limosos (Gran Corta de Fabero):
Otras veces parecen ser bivalvos que proliferaban en los canales fluviales de estos antiguos humedales (Lago del Ratón):
Esta rara estructura, que parece una reacción tumoral o nido de insectos se encuntra en Villar de las Traviesas:
Otras veces son estructuras que recuerdan cuerpos fructíferos como esta del Puerto de Lumeras:
En otra ocasión pondré fotografías de otras muchas que pueden encontrarse en cualquier lugar del carbonífero berciano.