En esta ocasión Félix nos describe cómo los trilobites, estos increíbles artrópodos marinos, desarrollaron un sistema de captación de los rayos luminosos basado en numerosas lentes simples y de composición inorgánica, netamente mineral. cada grupo puede presentar unos diferentes y además mudaban junto al resto del cefalón.
El esqueleto interno de los trilobites estaba formado por calcita, incluidos
los ojos, por lo que se han conservado muy bien en estado fósil.
Los trilobites fueron los primeros en desarrollar un sistema visual
mediante ojos compuestos, increíblemente
complejo. Son ojos compuestos con múltiples facetas semejantes a los de muchos
insectos actuales, y que en algunos
casos pudieron alcanzar hasta las 15.000 lentes en cada ojo. Sin duda un
sistema visual de los más avanzados del reino animal. Existen tres tipos de
ojos: holocroal, esquizocroal y abatocroal.
Hay una multitud de formas de los mismos en su proceso de adaptación al
medio.
Antes de su extinción a finales del Pérmico, los trilobites sufrieron otras
muchas. A finales del Cámbrico la primera gran extinción de los trilobites afectó
a dos tercios de sus familias. Ya en el Ordovícico y tras una gran expansión de
los trilobites se produce otra gran extinción. Tras recuperarse en el silúrico,
el Devónico trajo nuevos episodios que fueron provocando el declive de los
trilobites. De modo que sólo un grupo, los del orden Proetida, permanecieron hasta finales del Pérmico al
final del cual se consideran extintos. Estos últimos trilobites se caracterizaban
por ser en su mayoría ciegos, por lo que son raros los trilobites de estos periodos
que presentan ojos, y aquí tenemos el
fósil de una parte del cefalón de un trilobite Carbonífero (Westfaliense de la
Cordillera Cantábrica) en León que ha fósilizado con una excelente preservación
de su ojo compuesto .