La actividad minera de las últimas décadas y especialmente las explotaciones a cielo abierto han dejado al descubierto numerosos restos de plantas de tiempos remotos. Unos tiempos dominados por bosques de ribera y zonas pantanosas y aluviales ricas en helechos, equisetos y antiguos prototipos de árboles que son las licópsidas. Una de estas zonas privilegiadas del Bierzo es la de Igüeña y Tremor: allí pueden verse numerosos restos de troncos de grandes dimensiones que nos permiten hacernos una idea de la magnitud de las licópsidas con una antigüedad de unos 300 millones de años correspondiente mayoritariamente al periodo Estefaniense B. La administración debería plantearse una estrategia para la conservación de los mismos, ya que la exposición a la intemperie provoca su rápido deterioro.
Puedes hacer con nosotros un pequeño recorrido en el siguiente enlace, donde comprobarás que además de fósiles se pueden encontrar cristales de cuarzo de gran pureza y estructura bipiramidal.
Recorrido por el Carbonífero berciano: Igüeña y Tremor